Enigmática, silenciosa y poco común, la Becacina pintada (Nycticryphes semicollaris) es la única representante en Sudamérica de la familia Rostratulidæ, que agrupa solo 3 especies en el planeta. Habita sitios anegados con poca profundidad, en zonas de humedales del centro-sur de Chile. Aunque su distribución se ha descrito desde la región de Coquimbo hasta Los Lagos, durante los últimos años solo ha sido registrada en pocas localidades: Mantagua, desembocadura del río Maipo, humedales de Lampa y Quilicura, Yerbas Buenas, desembocadura río Carampangue y Valdivia, siendo solo regular (aunque escasa) en algunos de los humedales de Lampa, en el norte de la ciudad de Santiago. Adicionalmente, el año 2019 se registró en Laguna Petrel en Pichilemu y en Laguna Torca, siendo las primeras observaciones recientes para estos sitios.
Hace algunas décadas, se señalaba a la becacina pintada como un ave que se solía cazar frecuentemente, dando cuenta así de su abundancia. Lamentablemente, hoy en día existen solo unos pocos registros de esta especie cada año, por lo que ha sido clasificada como en peligro de extinción en nuestro país. Por lo tanto, urge encontrar sitios que utilice para reproducirse, o como parte de desplazamientos migratorios, con el fin de protegerlos.
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