En busca del Pájaro amarillo

Avanza la primavera y ya es tiempo de la llegada del esquivo Pájaro amarillo, así que salimos a buscarlo. José Breinbauer nos cuenta cómo fue su experiencia en esta salida ROC:

Hoy salimos de Santiago con el objetivo primero de observar y registrar al pájaro amarillo proveniente desde Uruguay y Argentina. Partimos a las 9:00 en caravana hacia la confluencia del Mapocho con el Maipo y arribamos por el camino la Manreza hacia el río luego de una hora y algo de viaje; al final por un camino de tierra llegamos casi al borde del río, en un sector donde se estaba cultivando el ajo Chino y Chileno a la vez. Desde ese punto recorrimos unos dos kilómetros a pies bordeando el Maipo siempre expectantes de ver al pájaro amarillo; los Chirihues nos jugaron una “broma” dos veces y con su bello amarillo nos hicieron creer y debatir de si era esa especie o el pájaro buscado. Resulto que no pudimos observar al pájaro amarillo pero si a unas 34 especies distintas; una pareja de colegiales parecía querer estar en todas las fotografías y poso reiteradamente a las cámaras, los Queltehues y los Tiuques pasaban seguidos, distintos tipos de patos se refrescaban en el agua y se dejaban apreciar a distancia (a muchos los vimos en vuelo igual), por los aires vimos a los Aguiluchos y entre los árboles al Platero. Todas estas imágenes y momentos fueron lo que nos pudimos llevar a casa en nuestros recuerdos y fotografías, y si bien no apareció el pájaro amarillo la salida fue un éxito pues siempre es grato compartir con personas interesadas (y muy conocedoras) en las aves. Poder apreciar distintas especies en su estado natural es un lujo que nos invita a reflexionar y a ser pacientes.  

Cabe destacar el escenario paisajístico donde nos ubicamos: al borde del Maipo en una explanada que permitía ver en la lejanía la cordillera de los Andes (se podía observar el conjunto del Plomo y el altar, además de cumbres como la del Purgatorio o la del Cruzada las hormigas) y en la cercanía la cordillera de la Costa con manchones de cactus y chaguales (aún con algunos en flor). Al final fueron las altas temperaturas y el sol abrazante lo que nos hico partir de vuelta, con la clara idea de volver a buscar al pájaro amarillo, los cuales deben haber o ya bien cruzaron la cordillera para anidar en Chile. 

Esta fue mi segunda salida con la ROC y lo disfrute mucho, el grupo era unido y note las ganas de enseñar y mostrar a las distintas aves por parte de quienes tienen una mayor experiencia y conocimientos. Aquellos gestos hicieron que la salida fuese una gran experiencia para mí y espero poder repetirla pronto, buscando y conociendo la avifauna de nuestro país (rica en endemismo y de gracia visitada por distintas aves migrantes), viendo sus formas y analizando sus comportamientos.