El día 6 de octubre a través de la publicación en el Diario Oficial se aprueba y oficializa el decimoctavo proceso de clasificación de especies según estado de conservación, proceso llevado adelante por el Ministerio del Medio Ambiente.
En esta oportunidad, la ROC presentó los antecedentes para clasificar a 5 especies de aves, incluyendo al chorlo cabezón, becacina de la puna, pilpilén negro, cazamoscas picho chato y petrel de Westland. Además, voluntarios de la ROC presentaron antecedentes para la clasificación del chequén, árbol nativo de Chile.
Esto se sumó a antecedentes provistos por otras organizaciones, que incluyeron otras especies de aves, peces, reptiles, insectos y mamíferos, así como también hongos y plantas. En ese contexto, nuestra organización fue parte de las sesiones del comité en la que se analizaron los antecedentes de las aves y se discutieron sus clasificaciones, complementando y aportando con información.
En ese marco, a través de este proceso, el Reglamento de Clasificación de Especies incluyó a 15 especies de aves en las siguientes categorías:
En peligro: Pingüino rey (Aptenodytes patagonicus), fardela blanca (Ardenna creatopus), petrel de westland (Procellaria westlandica), pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae)
Vulnerable: Pingüino emperador (Aptenodytes forsteri), chorlo cabezón (Burhinus superciliaris), pingüino macaroni (Eudyptes chrysolophus), zarapito de pico recto (Limosa haemastica)
Casi Amenazada: Becacina de la puna (Gallinago andina), cazamoscas pico chato (Myiophobus rufescens), pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus)
Preocupación menor: pinguino de penacho amarillo del sur (Eudyptes chrysocome), pilpilén negro (Haematopus ater), pinguino de barbijo (Pygoscelis antarcticus), pinguino papúa (Pygoscelis papua).
¿Por qué es importante clasificar nuestras especies?
Clasificar a las especies de nuestro país permite orientar los esfuerzos de conservación, pues posibilita la priorización de sitios importantes, planificar zonificaciones, ayuda a diseñar medidas para la protección de especies que lo requieren (como los planes RECOGE) y permite que estas sean consideradas de mejor forma en procesos de evaluación de impacto ambiental. Además, en términos de difusión permite concientizar a la población sobre la situación de determinadas especies.
En términos prácticos para la ROC, esto permite orientar esfuerzos de conservación de aves del norte grande de nuestro país, tales como el chorlo cabezón, cazamoscas pico chato y la becacina de la puna. En la misma línea permitirá robustecer el trabajo ya realizado desde hace algunos años en sitios importantes para el zarapito de pico recto en la región de Los Lagos.
Recordemos que los procesos de clasificación de especies son instancias abiertas en las que cualquier persona natural o jurídica podrá participar enviando sugerencias de especies silvestres nativas de Chile susceptibles de ser clasificadas según su estado de conservación.
Información relevante para clasificar especies proviene de proyectos de ciencia ciudadana, como eBird y el Atlas de las Aves Nidificantes de Chile. Por ello, agradecemos a todo//as quienes de forma voluntaria participan de estos esfuerzos colectivos.
¡Manténganse atentos a la página del Ministerio del Medio Ambiente para estar al tanto!
