Planes RECOGE: ¿qué son y para qué sirven?
Los planes de recuperación, conservación y gestión (RECOGE) son “un instrumento administrativo que contiene el conjunto de metas, objetivos y acciones que deberán ejecutarse para recuperar, conservar y manejar una o más especies que hayan sido clasificadas en el marco del Reglamento para la Clasificación de Especies Silvestres según Estado de Conservación”.
Es un proceso que se desarrolla de acuerdo a los “Estándares abiertos para la práctica de la conservación” y está regulado por el Reglamento para la Elaboración de Planes de Recuperación, Conservación y Gestión de Especies (DS Nº1/2014).
Si bien su sola elaboración no compromete recursos ni garantiza la implementación de las acciones, los planes RECOGE son el principal instrumento que tiene el Estado para planificar la conservación de especies amenazadas y se espera que sirvan para priorizar las acciones (tanto de públicos como de privados), orientar la asignación de recursos y alinear a los actores relevantes detrás de la conservación de las especies.
El Plan RECOGE de las golondrinas de mar del norte de Chile
El Plan RECOGE de las golondrinas de mar del norte de Chile se inició el 11 de septiembre de 2019 (Resolución Exenta n° 1113/2019 del MMA), pero es posible trazar un punto de inicio algunos años antes, en los procesos n° 14 y 16 del Reglamento de Clasificación de especies según categoría de conservación (promulgados en 2018 y 2020 respectivamente), en los cuales se clasificó a cuatro especies de golondrina de mar luego incorporadas en el Plan RECOGE: la golondrina de mar negra (En peligro), la golondrina de mar de collar (Vulnerable), la golondrina de mar peruana (Vulnerable) y la golondrina de mar chica (Datos insuficientes).
Entre septiembre de 2019 y diciembre de 2020, el Grupo de Elaboración -conformado por 71 personas- se reunió en 12 sesiones de trabajo (las dos primeras de manera presencial y las siguientes, vía remota) y elaboró una primera versión del plan. Tras ello, este fue sometido a un proceso de Consulta Ciudadana (el proceso con mayor número de observaciones y participantes de los planes RECOGE realizados hasta ahora) y pasó por Comité de Planes, Consejo de Ministros, Presidente de la República y Contraloría General de la República, siendo finalmente publicado en el Diario Oficial, 32 meses después de su inicio.
Como resultado, se identificaron 46 acciones agrupadas en 11 líneas de acción, que guardan relación con las principales amenazas que afectan a este grupo de aves, entres las que se cuenta la iluminación artificial nocturna, la actividad minera y los proyectos que ocupan grandes extensiones de hábitat reproductivo, como los de generación de energías renovables no convencionales.
El proceso de elaboración y la participación de la ROC
El Plan RECOGE de las golondrinas de mar del norte de Chile fue elaborado gracias a la conducción del Ministerio del Medio Ambiente (MMA), tanto a nivel central como en la región de Tarapacá -donde estuvo alojada su coordinación-; y la participación de más de 80 personas pertenecientes a servicios públicos, agrupaciones de la sociedad civil, academia, educadores y empresas, que conformaron el Grupo de elaboración y el grupo ampliado del plan (que incluyó a colaboradores del proceso con participaciones puntuales).
A lo largo de este proceso, entre julio de 2019 y marzo de 2020, la ROC ejecutó la consultoría “Sistematización de antecedentes y apoyo para la formulación del Plan Recoge de las Golondrinas de Mar del Norte de Chile”, encargada por el MMA. Esta implicó la recopilación de antecedentes biológicos y de conservación sobre las cuatro especies de golondrinas de mar y el apoyo técnico y logístico en tres talleres presenciales, realizados entre septiembre de 2019 y enero de 2022 .
Tras el término de la consultoría, seguimos participando activamente de los grupos de elaboración y redacción, reuniéndonos en más de 20 oportunidades y ejecutando algunas de las tareas que emergieron de las sesiones grupales. Este trabajo fue realizado por el equipo del programa Aves Marinas, gracias al apoyo de American Bird Conservancy.
¿Cómo se espera que este plan favorezca la conservación de las golondrinas de mar?
La elaboración del plan tomó casi 3 años, período en el cual la articulación de actores permitió que algunas de las acciones no tuvieran que esperar su publicación para iniciar la implementación. Algunos ejemplos de lo anterior son la actualización de la norma de emisión de contaminación lumínica (que se encuentra en toma de razón por parte de Contraloría), las gestiones para la protección de sitios de reproducción, la divulgación de información espacial sobre los sitios de reproducción y las guías de iluminación amigable con aves marinas en Chile y de métodos para la caracterización de aves marinas que se reproducen en el desierto de Atacama, ambas en etapas finales de su elaboración. La articulación con la nueva norma de emisión es una figura novedosa y promisoria, pues en los sitios reproductivos y ciudades en las que ocurren caídas de acuerdo al Plan RECOGE, aplicará el estándar de iluminación más restrictivo de la norma de iluminación.
Secundariamente, el trabajo regular de un conjunto de actores y la adopción de formas comunes de trabajo, han facilitado otras instancias de planificación de conservación, como el Plan RECOGE de gaviotín chico, en el que coinciden buena parte de los actores relevantes.
Un efecto potencialmente relevante de este Plan RECOGE es su capacidad para orientar las acciones de mitigación, reparación y compensación de los proyectos evaluados en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). De materializarse, lo anterior significa transitar desde medidas individuales, desarticuladas y no priorizadas, a esfuerzos orientados en las prioridades de conservación.
Si bien los avances en la conservación de las golondrinas de mar del norte de Chile han sido importantes en los últimos años, solo en la medida que avancemos en la implementación de las acciones identificadas en este plan, nos acercaremos a la visión de que “las golondrinas de mar que habitan en el norte de Chile disminuyen su riesgo de extinción, pues existen poblaciones viables y un hábitat adecuado para la ocurrencia de ciclos biológicos tanto en mar como en tierra, siendo reconocidas y valoradas por la sociedad”. Desde la ROC y junto a los demás actores relevantes trabajaremos decididamente en esa dirección.
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