Volando desde Huentelauquén a Chipana

Foto: Yohanny Olivares

Por Cesar Piñones

Venidos desde La Serena, Illapel, Mincha, Los Vilos, Quilpué y Valparaíso, siete apasionados observadores y observadoras se dieron cita en Huentelauquén el pasado 13 de agosto, para dar vida a una intensa y memorable experiencia de camaradería y pajareo. Por ello, no se quiso perder un segundo en dicha tarea y ya en el punto de reunión, el picaflor del norte dio el vamos a las tres primeras especies subidas a eBird (véase https://ebird.org/checklist/S147595942).

Ya en las llanuras del Sitio RHRAP Las Salinas de Huentelauquén, un pequeño grupo de tres individuos de Playero de Baird, causó la algarabía de los pajareros y pajareras, dado que dicho avistamiento fue interpretado como indicativo de la primera oleada de aves provenientes del hemisferio norte. Fue una experiencia que quitó el aliento por unos segundos y motivo a los observadores a seguir recorriendo el área. Más detalles de las fotografías tomadas a los infatigables viajeros de Alaska en el siguiente listado en eBird: https://ebird.org/checklist/S147141530

Con el correr de los minutos, el panorama de las aves playeras migratorias y residentes en el lugar se hizo más amplio. Al llegar a la charca estacional del sector Paihuenes, se encontraban presentes el chorlo de doble collar, el chorlo chileno y la perdicita chica. También otra especie migratoria, la golondrina de dorso negro, hizo su aparición haciendo del lugar un espléndido mosaico de viajeras y aves residentes, todo lo cual fue reportado en el siguiente listado: https://ebird.org/checklist/S147142113

Ya en pleno ecosistema de llanura, el tan esperado chorlo de campo, se mostró ante los expedicionarios. Por varios minutos se pudo apreciar el fantástico comportamiento de este chorlo de pastizal, en donde las caminatas aceleradas y atentas, se acompañaban de un “arriba y abajo” de su cuerpo, en búsqueda de alimento tanto en la superficie como en el subsuelo, enterrando el pico en el sedimento ablandado por las lluvias invernales. Paralelamente, el minero común dio cuenta de su presencia omnipresente en el lugar, copando el paisaje de las llanuras con sus trinos y el destello anaranjado de sus plumas. Una hermosa lista se generó en esta parada: https://ebird.org/checklist/S147153667

En Huentelauquén, existe un complejo de humedales con diferentes características, por ello una mirada atenta permitió apreciar al pato gargantillo y al pato jergón grande, muy camuflados en el humedal salobre de Punta Ventanas: https://ebird.org/checklist/S147154879

Ya en la desembocadura del río Choapa, el espectáculo de la migración adquirió un nuevo matiz, reafirmando la importancia de este lugar dentro del contexto semiárido regional y la ruta migratoria del Pacífico. Bandadas mixtas de aves playeras australes y boreales fueron inspiración para la fotografía y la contemplación. La sorpresa no quiso ausentarse y regaló al equipo un registro de Playero occidental. Todos los detalles están ya en eBird. https://ebird.org/checklist/S147169662

Pero la experiencia estaba lejos de acabar. El grupo se dirigió al atardecer al sector de Chipana, aguas arriba de Las Salinas de Huentelauquén. La intuición movilizó al grupo a las llanuras bajas del área y aquello fue todo un éxito, hallándose un grupo de chorlo de campo pastando en la zona, lo que permitió conocer más sobre la ocurrencia de la especie en las áreas adyacentes al Sitio RHRAP Las Salinas de Huentelauquén. Los detalles de esta zona de invernada pueden ser conocidos acá: https://ebird.org/checklist/S147183234

La penumbra del atardecer, entregó la calma necesaria para este intenso recorrido. Ya en el sector La Poza de Chipana, las torcazas fueron protagonista del reporte, junto al churrín del norte y el churrete patagónico (véase https://ebird.org/checklist/S147187064), las que nutrieron el listado final de 79 especies para esta nueva salida ROC.

Por todo lo anterior, les invitamos a estar atentos a las nuevas actividades que como ROC impulsamos en Las Salinas de Huentelauquén y áreas adyacentes, como parte de nuestro trabajo permanente para relevar la biodiversidad de las tierras costeras del semiárido de Choapa.

¡Les esperamos en una próxima aventura!