Conociendo al pilpilén y al chorlo nevado en Huentelauquén

Este martes 27 de diciembre se completaron treinta seis terrenos a la desembocadura del río Choapa, el principal humedal dentro de la red de zonas húmedas que conforma el Sitio Ramsar, IBA y Reserva Hemisférica de Aves Playeras, Las Salinas de Huentelauquén.

Desde 2019 y superando la adversidad pandémica, mensualmente hemos levantado información sobre las poblaciones y el éxito reproductivo del pilpilén común (Haematopus palliatus pitanay) y el chorlo nevado (Charadrius nivosus occidentalis), en el marco de la implementación de la Red para la Protección de las Aves Playeras, iniciativa que agrupa a distintos líderes locales y organizaciones de base, que operan en diferentes humedales de importancia para las aves playeras en Chile.

En esta nota queremos compartir con la comunidad pajarera y en especial con nuestros amigos y amigas de Huentelauquén, aspectos generales sobre lo que hemos aprendido para el pilpilén común y el chorlo nevado.

Para el pilpilén común, podemos señalar que:

  1. Hemos podido establecer que en un transecto de cerca de 1.5 kilómetros, paralelo a la desembocadura del río Choapa, existen alrededor de 10 parejas estables de pilpilén, las cuales realizan varios intentos reproductivos por temporada con diferentes grados de éxito. Algunas nidadas no tienen éxito por razones que desconocemos, sin embargo algunas parejas si logran criar polluelos hasta el estado adulto.
  2. Las observaciones también sugieren que algunas parejas no se reproducen año a año, pero si tienen territorios establecidos, los cuales defienden de otras parejas.
  3. El principal sustrato que utilizan las parejas para depositar sus huevos es la arena, sin mayor elaboración en su estructura, más que una pequeña depresión en el suelo arenoso. Los nidos han contenido de 1 a 3 huevos. Por otra parte, los polluelos una vez nacidos se esconden bajo las ramas de la planta dunaria Ambrosia chamissonis o entre los restos de algas varadas en la playa.
  4. Durante los meses de otoño e invierno, la desembocadura del río Choapa recibe pilpilenes de otros sectores, lo que hace aumentar la población local asociada a este humedal. El número máximo de pilpilenes contabilizados para la desembocadura del río Choapa han sido 105 ejemplares en abril de 2022. No sabemos si estos pilpilenes llegan de playas adyacentes dentro del propio Sitio Ramsar o de otras playas más alejadas

En relación al chorlo nevado, también hemos aprendido más sobre sus dinámicas poblacionales:

  1. En el mismo transecto de 1.5 kilómetros paralelo a la desembocadura, hemos podido detectar durante la temporada reproductiva dos parejas, y a la fecha se han encontrado dos nidos.
  2. También es posible observar durante el año individuos solitarios, sin conductas reproductivas, los cuales tienen una zona de alimentación bastante definida, cercana a la orilla del mar y con un hábitat caracterizado por la presencia de restos de algas varadas.
  3. El principal sustrato que utilizan las parejas para depositar sus huevos es la arena. Los dos nidos registrados han tenido tres huevos. Los nidos en ambos casos, han estado acompañados de pequeños restos de conchitas de color blanco alrededor de los huevos. Los polluelos precozmente abandonan el nido y son capaces de seguir a sus padres en sus recorridos.
  4. Fuera de la temporada reproductiva, arriban a la playa adyacente a la desembocadura del río Choapa otros individuos de chorlo nevado, lo que hace aumentar la población local de la especie. Los números máximos de Chorlo nevado que se han documentado en dicha zona han sido 73 individuos en julio de 2010 y 67 individuos en julio de 2015. Al igual que el caso del pilpilén, desconocemos la procedencia de estos ejemplares.
  5. Durante los meses de otoño e invierno, el chorlo nevado comparte su área de invernada con otros chorlos migratorios tales como el chorlo de doble collar y el chorlo Chileno, lo que entrega al sector de la desembocadura del río Choapa, una importancia para la conservación de este grupo de aves playeras.

La mayor amenaza a los ciclos de vida de estas y otras aves playeras, la constituye el tránsito de vehículos 4×4, el cual se presenta durante todo el año en la costa huentelauquina, en función de las actividades de pesca deportiva de orilla. Si bien el número de vehículos es bajo, este tiende aumentar en los meses de verano, debido al ingreso de motocicletas, lo que coincide con la temporada reproductiva para ambas especies. Resulta vital para la sobrevivencia de los huevos y polluelos, que los pescadores de orilla no ingresen con sus vehículos a la zona de playa y realicen sus actividades de pesca a pie y de no ser posible, transitar por la zona húmeda de la arena. Actividades recreativas como el motociclismo en todas las playas del Sitio Ramsar, no son compatibles con la salud de las poblaciones locales de estas dos aves, debido al potencial atropello de polluelos y ruptura accidental de huevos. Al respecto, te invitamos a leer el siguiente artículo publicado en nuestra revista La Chiricoca, que documenta especialmente la situación del Chorlo nevado a lo largo de la costa de Chile.

También, se requieren más estudios con respecto a los efectos de la extracción de algas varadas en las playas, debido a que dichos restos son también refugio de polluelos durante la temporada reproductiva. Acciones de manejo al respecto, surgen como una alternativa para compatibilizar esta actividad y la reproducción del chorlo nevado y del pilpilén.

Los efectos de las cada vez más frecuentes marejadas, también se ha podido documentar en la zona de estudio. La evidencia sugiere que algunos nidos son afectados por la irrupción del mar, en una cada vez más erosionada playa de arena.

Algunos desafíos para el 2023.

Como parte de las acciones de monitoreo en el contexto del desarrollo de la Reserva Hemisférica de Aves Playeras, nos gustaría poder extender este monitoreo a otras playas de arena al norte de la desembocadura del río Choapa, con miras a entender mejor la situación del total de la población de pilpilén y chorlo nevado del sitio. 

Para ello, nos encontramos desde hace ya algunos meses trabajando con voluntarios locales de la ROC, formando capacidades para identificar aves playeras y rastrear nidos y polluelos de estas dos especies.

Tras estos años de aprendizaje, surge como prioritario involucrar a la comunidad local en el trabajo que realizamos en la zona. Para ello se han reforzado la divulgación de mensajes de conservación a través del fanpage en Facebook del proyecto Las Salinas de Huentelauquén. El vínculo con las comunidades educativas será retomado este 2023, tras un mejor escenario pandémico. Si eres educador de Huentelauquén, Mincha, Canela y alrededores no dudes en contactarnos para charlas y visitas a terreno.

Finalmente, les invitamos a ver y difundir el material audiovisual “Playa sin autos” sobre la problemática de los atropellos de aves playeras en la costa de Chile. Necesitamos que más personas conozcan esta realidad.