La ROC como espacio de encuentro y acción, columna de Nicole Arcaya

Estimados(as) Socios y Socias de la ROC. Queremos continuar con nuestro ciclo de discusión, comentarios y flujo de ideas, en vista de la asamblea de socios del segundo semestre de 2022. Resulta vital poder contar con la mayor participación considerando desafíos como la elección de un nuevo directorio, revisión de nuestros estatutos y por sobre todo, renovar el espíritu de bandada que ha fortalecido a nuestra institución.  En esta oportunidad, nuestra directora Nicole Arcaya nos comparte una tercera invitación a construir la ROC como un espacio de encuentro y acción

Cuando me presento como “Directora de la ROC”, me han tratado como casi la Presidenta de los pájaros, pero ¿Qué significa ser director de una institución como la ROC? El directorio está compuesto por un grupo de personas que, en base a las necesidades de la institución, del trabajo de base de los socios, entre otros factores, decidimos el rumbo que toma nuestra organización. Les contaré la historia de cómo llegué a ser parte de este maravilloso grupo humano.

Corría el año 2017, yo había migrado desde mi querido Melón hace poco tiempo a la región de Los Lagos, específicamente a la ciudad de Puerto Montt en búsqueda de oportunidades laborales. Cuando conocí Chamiza, me impactó la cantidad de aves playeras y sentía la necesidad de hacer algo por proteger ese sitio. Así fue como terminé siendo parte de la grandiosa Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre, subiendo datos a eBird y poniendo en la órbita la preocupación por los humedales costeros del área del seno Reloncaví. Con puro empuje y entusiasmo, comenzamos a organizar salidas, a las que en ocasiones no llegó nadie, pero había que persistir si queríamos posicionarnos. No podíamos depender de la voluntad de la capital para hacer cosas. Muchas veces he leído “podrían motivarse” cuando la motivación nace desde nosotras: debemos ocupar las organizaciones para resonar nuestras ideas, buscar ayuda y acompañarnos en estos procesos.

A paso lento, pero siempre seguro , comenzamos a generar camaradería entre los observadores de aves de la región. El uso de eBird que en un inicio fue resistido, terminó por consolidar un grupo que comparte la pasión por las aves. El 2019 me presenté al directorio, con la siguiente propuesta “es importante descentralizar el directorio y de alguna forma ponernos en sintonía constante con las decisiones estratégicas de la organización para ver desde ahí, cómo podemos seguir apelando al crecimiento y la realización de todas las iniciativas que tenemos en mente, como lo es las golondrinas de mar en la zona sur, facilitar la coordinación del censo de aves playeras en la zona, etc”.

De ahí en adelante, con el apoyo de las y los socios de la región, nos hemos hecho cargo del Censo Neotropical de Aves Acuáticas, en una región que tiene 48.584 km² entre islas, ríos y montañas, en más de 18 humedales desde Osorno, pasando por Quellón y Chaitén.

Además, iniciamos los Censos Urbanos de Llanquihue en 2019 y de Puerto Varas en medio de la pandemia el 2021, como instancias educativas donde ponemos en valor nuestras ciudades y humedales urbanos. Asímismo estamos trabajando para proteger Chamiza, a través del liderazgo de Gabriela Contreras, becaria del programa Soluciones Costeras. A la fecha ya hemos organizado dos versiones del festival de los Humedales de Chamiza, que han integrado intervenciones desde el arte, música, ciencia y cultura, con énfasis en las comunidades mapuche presentes en el territorio. Es decir, todo lo que es la expresión humana, porque la conservación es tan multidimensional como lo somos las personas y los ecosistemas.

Tenemos el desafío de encontrar tantas respuestas a las aves que habitan nuestro territorio, e imagino que a lo largo de nuestro país tendremos desafíos similares. También desde mi género me convoca abrir espacios seguros, donde igualemos la cancha para las mujeres, niñas y disidencias, donde no exista vergüenza de preguntar, donde no se nos explique lo que sabemos, ni se dude de nuestras capacidades.

Participar de organizaciones como la ROC no sólo nos entregan un espacio de participación, también es un proceso educativo constante, una sinergia que sólo las aves son capaces de integrar. Ser socio ROC te reúne con otros “motivados” que comparten el interés común por estos animales y te da el espacio para transformar tu motivación en actos, tal vez ¡Hasta integrar el directorio!

Un abrazo a todos y todas, socios y socias, de parte de “la Tropa de los Pantanos” como le llamamos a nuestro grupo ¡Porque ni la lluvia ni el viento nos detiene!

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