El valle de Purén se emplaza a los pies de la ladera suroriental de la Cordillera de Nahuelbuta, al norte de la región de la Araucanía. Sus tierras encauzan las aguas provenientes de este cordón montañoso, lecho que en tiempos glaciares daba forma a un lago. Remanentes de aquella abundancia hídrica son hoy las “Vegas de Purén”, como se conocen localmente. Son un sistema de 4 humedales principales interconectados superficialmente por canales de regadío, cuya afluente se encuentra bajo permanente amenaza por la ocupación del suelo con fines ganaderos y forestales, así como por recientes movimientos de tierra en puntos críticos.
Los “Pantanos de Purén” corresponden a humedales continentales por infiltración, en cuya extensión, además de la vegetación palustre es posible encontrar Pitrantos, bosques inundados compuestos principalmente por Pitra (Myrceugenia exsucca), Boldo (Peumus boldus) y Temu (Blepharocalyx cruckshanksii). Estos humedales boscosos son un ecosistema escasamente representado en nuestra región y en constante amenaza de desaparición. Entre sus beneficios destaca la conservación de la biodiversidad, la regulación microclimática, la amortiguación hidráulica de inundaciones y el potencial aporte de agua potable.
El Humedal de Chacayal, Huitranlebu, El Valle y Buchahueico componen este sistema de humedales, entre los que se han registrado 88 especies de aves según eBird, contabilizando hasta 104 posibles especies según distribución, de acuerdo al estudio de J. Gaete 1999.
Especies migratorias como el Pollito de mar tricolor (Phalaropus tricolor) y el Playero pectoral (Calidris melanotos) han sido observadas en temporada estival luego de su viaje desde el hemisferio norte, así también especies nidificantes como el Pájaro amarillo (Pseudocolopteryx citreola) y el Cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus), lo que da muestra de la importancia de preservar estos reservorios de agua que dan vida a los valles y hacer valer su categoría de Sitio Prioritario para la Conservación.
Sin considerar lo anterior y en un actuar imprudente, recientemente se realizaron movimientos de tierra con maquinaria pesada a cargo de la Oficina Provincial de Vialidad de Malleco, región de la Araucanía. El hecho ocurrió en el punto en que desembocan las aguas de la red humedales al río Purén, donde se procedió a aumentar el ancho del estero, generando un incremento del caudal con el que fluyen las aguas desde los humedales, drenando así de manera acelerada el vital elemento, fundamental para el abastecimiento hídrico de la biodiversidad y las comunidades humanas que habitan su entorno. Lo anterior, sin el correspondiente Estudio de Impacto Ambiental que exige la ley 19.300 sobre la protección de estos sitios
Atravesamos uno de los inviernos más secos de las últimas décadas, las causas no son una incógnita. El cambio climático es una realidad cada vez más presente en nuestro entorno y las medidas para hacerle frente están en nuestras manos. Que a esta problemática mundial se sume el actuar insensato por parte de las autoridades es inaceptable. Instamos a la comunidad a defender y estar atentos y atentas a actividades que puedan poner en riesgo los sitios relevantes para la biodiversidad, utilizando las vías correspondientes de denuncia y a visibilizar esta problemática en sus propias localidades.
Por Hederd Torres, Médico Cirujano y socio ROC.
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