La Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras o Western Hemisphere Shorebird Reserve Network (WHSRN) en inglés, es el primer sistema hemisférico de reservas naturales en red cuyo objetivo es proteger a las especies de aves playeras y sus hábitats en América.
Este conglomerado de especialistas e instituciones a lo largo de América, entre las que se incluyen el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, la Ley de Conservación de Aves Migratorias Neotropicales, Environment and Climate Change Canada y Manomet, ha estado impulsando estrategias internacionales que orienten los esfuerzos de conservación territorial y entre países. Las mismas siguen una secuencia lógica mediante el establecimiento de objetivos de conservación, la identificación de las principales amenazas y las acciones más eficaces para restaurar y mantener las poblaciones de aves playeras a lo largo de sus rutas migratorias.
La intención de estos documentos ha sido reunir y sintetizar información para presentar un enfoque integral que responda a las necesidades de conservación más apremiantes en las rutas migratorias de las costas del Pacífico y el Atlántico, teniendo en cuenta a las comunidades humanas que interactúan con las aves playeras. Sin embargo, no todas las aves playeras tienen como eje de su migración el borde costero. Muchas de ellas ocupan terrenos de praderas, serranías y montañas en diferentes momentos de sus ciclos anuales.
Las regiones centrales de América del Norte y del Sur proporcionan hábitat crítico de reproducción, migración e invernada para numerosas aves playeras residentes y migratorias. El 55% de las 45 poblaciones de aves playeras que usan la región central de Canadá y Estados Unidos muestran largos periodos de disminución, mientras que sólo el 9% muestran aumentos. En América del Sur, algunas especies de aves playeras andinas y de tierras bajas interiores son consideradas Casi Amenazadas a nivel global.
La Iniciativa Mid-continental busca llenar el vacío de conservación para las aves playeras que migran a lo largo de las zonas interiores de las Américas. Específicamente para América del Sur, con base en las similitudes de sus amenazas, especies compartidas y otras singularidades, se han priorizado cuatro zonas-hábitats de aves playeras: Pastizales y Humedales Asociados, Amazonas, Andes del Norte Andes Centro-Sur y Estepa Patagónica. Seguidamente se han definido 26 especies de aves focales, tanto residentes como también migratorias interhemisféricas de larga distancia y migratorias neotropicales.
Como ROC, a lo largo de nuestra historia institucional hemos trabajado con un conjunto de especies incluidas en la Ruta Mid-Continental. Por ejemplo, nuestro emblema, el Chorlito cordillerano (Phegornis mitchellii), ha sido objeto de estudio en el Valle de El Yeso, con miras a la mejor comprensión de su ecología y conservación. Por su parte, el Batitú (Bartramia longicauda) representa en Chile un ejemplo extraordinario de estudio bajo las lógicas de ciencia ciudadana que ha involucrado a decenas de observadores en el norte de Chile. Finalmente, el Chorlo de campo (Oreopholus ruficollis) es piedra angular de los esfuerzos de conservación en la localidad de Huentelauquén.
En el mes de agosto la ROC será parte de una nueva reunión de especialistas, con miras a socializar y mejorar los lineamientos de esta estrategia. Si quieres conocer más del trabajo de la Iniciativa para la Conservación de las Aves Playeras en la Ruta Mid-continental, puedes visitar este enlace.
Si además deseas conocer la estrategia para la costa Pacífica, de la cual la ROC también fue parte, te invitamos a descargarla desde este link
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