El Pidencito (Laterallus jamaicensis) es una especie ampliamente extendida en el continente americano, aunque en muchos sitios poco conocida por sus hábitos crípticos. Debido a su disminución poblacional en Norteamérica, donde ha sido estudiada en mayor profundidad, así como las crecientes amenazas de pérdida y degradación de hábitat, en 2019 fue clasificada como “En peligro” a nivel global por IUCN.
En Chile, el conocimiento del Pidencito es escaso, con una distribución conocida que se ha ido ampliando a lo largo de los años a partir de muy pocos registros, pero sin estudios específicos para la especie que den cuenta del estado de sus poblaciones.
En Chile central se registra la subespecie salinasi, con una distribución según el Atlas de las Aves Nidificantes de Chile desde la zona Carrizal Bajo hasta Valdivia, aunque en 2019 es registrado 60 km más al sur, en el sector de río Bueno, región de Los Lagos. Adicionalmente, hay registros aislados de Pidencito en en el extremo norte de Chile, en la región de Arica y Parinacota (desembocaduras de los ríos Lluta y Camarones), los que probablemente corresponden a la subespecie murivagans, que habita en la costa sur del Perú. En 2019 también es registrado al interior de la región de Tarapacá, en la quebrada de Quisma.
Por otra parte, en 2019 se descubre la presencia en Chile del Burrito negruzco (Porzana spiloptera), a partir de registros que habían sido confundidos con Pidencito ¡Lee el articulo sobre este hallazgo en La Chiricoca! Esta especie se distribuye en Argentina, Uruguay y sureste de Brasil. Su distribución, abundancia y biología son escasamente conocidas, sin embargo, se estima que su población estaría fragmentada y en un continuo decrecimiento, categorizándose a nivel internacional como “Vulnerable”. Los registros en Chile dan cuenta de una población estable pero no cuantificada en los humedales cercanos a Concepción, así como registros no confirmados más al sur.
A través de un proyecto financiado por el fondo de conservación del Neotropical Bird Club (NBC), esperamos durante la próxima primavera y verano comprender un poco mejor la situación en nuestro país de estos rálidos.
El objetivo principal es conocer la distribución y estado de los hábitats de L. jamaicensis y P. spiloptera en Chile, con el fin de gestionar acciones para su conservación. Esto implica:
Esperamos que en la primavera estén las condiciones adecuadas para poder buscar estos pidencitos de forma colaborativa. ¡Atento/as a las próximas novedades!
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