El declive de la Becacina pintada y los humedales de la Región Metropolitana

Foto: Fernando Díaz

¿Cual sería tu reacción si te contamos que hay una especie en peligro de extinción a pocos kilómetros de Santiago?

Normalmente pensamos que la biodiversidad más amenazada se encuentra lejos de la capital, tal vez en la Patagonia o en el extremo norte del país, sin embargo, no hay que alejarse mucho de Santiago para encontrar una especie en una situación crítica.

Se trata de la Becacina pintada (Nycticryphes semicollaris), ave con amplia distribución en Sudamérica pero que en Chile se limita a unos pocos lugares, siendo los humedales de Lampa-Quilicura los sitios más importantes para la especie en nuestro país, en los que incluso se ha confirmado su reproducción.

Dentro de la red de humedales de Lampa-Quilicura destacan Puente Negro y Santa Inés , sitios que concentran la mayor parte de los registros de esta especie y que parecieran ser los únicos en Chile en los que se observa con cierta regularidad. Estos lugares presentan las condiciones óptimas para la presencia de la Becacina pintada, con pajonales y juncos inundados de baja profundidad que otorgan sitios de alimentación, refugio y reproducción para esta especie.

Lamentablemente estos ecosistemas, que prestan diversos beneficios a la humanidad, como captación de Co2, control de inundaciones y almacenamiento y depuración de agua, están disminuyendo a nivel global por diversas razones y Chile no es la excepción. Los humedales de Lampa-Quilicura, ubicados en la zona norte de la región Metropolitana, se enfrentan a un gran número de amenazas, al igual que la gran mayoría de los humedales del país. La extracción no normada de agua, la agricultura, el relleno, el cambio de uso de suelo para proyectos habitacionales o industriales, el aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones, la formación de basurales y la consecuente presencia de perros y gatos vagos han estado, durante años, presionando sistemáticamente el estado de conservación de estos ecosistemas y por tanto, de las especies que los habitan.

Algunos de estos elementos, como el relleno y el cambio de uso de suelo están afectando actualmente al humedal de Puente Negro, ya que en dicho lugar se está conformando un loteo irregular con el que se están rellenando aproximadamente 40 hectáreas de humedal para el emplazamiento de un proyecto habitacional, sin respetar el “uso” descrito para este lugar en el Plan Regulador Metropolitano de Santiago ni contando con ninguno de los permisos y autorizaciones exigidas por la normativa vigente.

No obstante, el hecho más grave no es estar llevando adelante este “proyecto” sin ninguna autorización, sino la devastación de un ecosistema, destruyendo el escaso hábitat que le queda a la Becacina pintada, especie categorizada En Peligro por el 15º proceso de clasificación de especies del Ministerio del Medio Ambiente.

El progreso de este loteo y las obras asociadas como rellenos, caminos y edificaciones, profundizarán aún mas la triste situación del que es tal vez, el último refugio de la becacina pintada en nuestro país, empujándola a una situación aún mas crítica.

Ante esta funesta situación la ROC está emprendiendo acciones para frenar el avance del loteo, denunciando las irregularidades a la Secretaría Regional Ministerial (RM) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, y realizando una denuncia en la Superintendencia del Medio Ambiente por elusión al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Además, presentamos una notificación por carta al Subsecretario y al Seremi de Medio Ambiente. En la misma línea notificamos por carta a la alcaldesa y concejales de la comuna de Lampa.

Por otra parte hemos estado realizando monitoreos de becacina pintada en ese sitio, levantando información sobre la presencia de esta especie y el estado en el que se encuentra su hábitat.

Con lo antes descrito esperamos que las autoridades, tanto locales como regionales tomen las medidas necesarias para frenar, lo antes posible, el avance de las obras de este proyecto y que pronto sea paralizado de manera definitiva. Así como también que la empresa responsable de la destrucción de este humedal y de ahondar aún más la endeble situación de una especie en peligro de desaparecer, reciba todas las multas y sanciones correspondientes y que sea obligada a reparar los daños provocados a este ecosistema.

Al mismo tiempo, confiamos en que, en conjunto, autoridades comunales, ministeriales y organizaciones de la sociedad civil puedan diseñar y ejecutar un plan de restauración para los humedales de la zona norte de Santiago y por consiguiente dar un paso hacia la conservación efectiva de la Becacina pintada.