Pasantes de la ROC estudian las conductas del Picaflor chico en la ciudad

Foto: Pablo Cáceres

Corría el mes de abril y la ROC se involucraba en el programa de Pasantías Científicas del PAR Explora RM Norte de CONICYT, con la meta de aportar al desarrollo de ornitología escolar por medio de la ejecución de un proyecto científico con estudiantes de enseñanza media.

Es así como Camila Allende, Karla Pinedo, Yuliar Pauca, de tercer año medio, y su profesora Jimena Gallo del Colegio Santa María de Santiago, aceptaron el desafío de construir y desarrollar una investigación científica escolar con la avifauna de Santiago, siendo esta su primera experiencia en la materia. El equipo de tres jóvenes investigadoras cuenta con la asesoría de César Piñones, miembro de la ROC, quien ha desarrollado procesos de similares características en el norte de Chile.

Las estudiantes y su maestra llevan a cabo la investigación: Conductas territoriales de forrajeo del Picaflor Chico (Sephanoides sephaniodes) en plantas de Aloe arborescens, esto en el Cerro Santa Lucía, en pleno centro de Santiago. El estudio tiene entre sus objetivos la categorización de las conductas de defensa que realizan dos ejemplares machos de Picaflor chico en sus respectivos territorios de alimentación y comparar la frecuencia de tales conductas durante distintas horas del día. Actualmente las alumnas se encuentran en plena colecta de datos en terreno.

Pero este estudio no sólo busca que las estudiantes aprendan aspectos de la biología y conducta de esta ave, sino que también evalúen críticamente sus ideas sobre la ciencia, su propio desempeño en el proyecto y de paso desarrollen y potencien sus habilidades de indagación y diferentes actitudes científicas. Esta vez, dos de nuestras pasantes quisieron compartir con la ROC sus apreciaciones sobre el proyecto. Frente a la pregunta: ¿De qué manera tu impresión sobre la actividad científica se ha modificado tras los primeros meses de participación en la pasantía escolar?, Camila Allende sostuvo:

Ahora pienso que la actividad científica puede ser también sobre la naturaleza y no solamente de la química o la física. En base a esto se podría decir que hay ciencia en todas partes”.

Por su parte, Karla Pinedo realiza una evaluación del proceso desarrollado durante el primer semestre: “Mi manera de ver el trabajo definitivamente ha cambiado, ya que cada vez vamos logrando más cosas en base a esfuerzo y trabajo en equipo. Al principio del trabajo me sentía un poco nerviosa e insegura de lo que podría pasar, pero con el paso del tiempo me he dado cuenta que no ha sido tan difícil como lo imaginé y me siento cómoda y sobre todo me gusta mi trabajo”.

Como autoevaluación de su desempeño, Karla agrega: “Creo que he mejorado significativamente mi capacidad para resolver problemas en equipo. También he mejorado mi responsabilidad y la dedicación que ahora pongo a mi trabajo, ya que es algo que tomo como algo propio y de mi equipo”.

Camila, a su vez, extiende su análisis desde el progreso personal hasta la comprensión de la actividad científica y lanza un desafío hacia la enseñanza de las asignaturas escolares. “Encuentro que he mejorado en mi personalidad. El poder hablar sin tener timidez y tener más confianza en lo que sé. He podido entender y aprender cómo se hace ciencia y como ésta tiene pasos a seguir para que pueda funcionar y obtener los resultados que esperamos. Creo que esto se podría reforzar e implementar en las asignaturas de las escuelas”.

Dentro del trabajo semanal con las estudiantes, se ha propiciado además el intercambio de experiencias y la reflexión sobre la observación y estudio de las aves desde la mirada de los miembros de la ROC. Es así como Sharon Montecino, directora de nuestra institución, pudo compartir su experiencia como tesista en el área de la ingeniería en recursos naturales. Para Sharon, el tener la oportunidad de participar en instancias como las que presenta el PAR Explora “es algo que sin duda debemos aprovechar, dado que es tan fortalecedor para el trabajo de nuestras estudiantes como para nosotros como ROC. Somos facilitadores y al mismo tiempo orgullosos espectadores de ese proceso. Que nuestras estudiantes se aventuren en su investigación y quieran indagar más y de paso cuestionarse a sí mismas y el quehacer de la ciencia constantemente, es super enriquecedor. Para la ROC resulta fundamental invitar a jóvenes en edad escolar a descubrir e involucrarse en la generación y sociabilización del conocimiento, para entender así lo esencial de este proceso ante los enormes desafíos ambientales que como sociedad hoy enfrentamos”.

Todo este proceso busca consolidarse en el próximo congreso de ciencia escolar de Explora, a realizarse en el mes de octubre. Estaremos actualizando el progreso de esta nueva generación de observadoras de aves.

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