Proyecto Chorlito cordillerano

Proyecto Chorlito cordillerano

El Chorlito cordillerano (Phegornis mitchellii) es una especie de ave playera de la familia Charadriidae, y es la única representante de su género. Es endémico de los humedales altoandinos, desde el centro de Perú hasta el centro de Chile (Talca), extendiéndose al este por Bolivia y Argentina (hasta Neuquén). Habita entre los 2.000-5.000 msnm., en ambientes de bofedales, vegas, bordes de ríos y lagunas. Las poblaciones que viven en el sur del área de distribución realizarían pequeñas migraciones.

La biología de la especie se encuentra poco documentada, siendo conocidas sus características morfológicas y algunos aspectos de su hábitat, distribución y reproducción. Se considera “Casi Amenazada” por constituir una población pequeña y en declinación, sin embargo, en Chile está categorizada como “Rara” y protegida por la Ley de Caza. Sus principales amenazas se asocian a la alta fragilidad de su hábitat, incluyendo las actividades de sobrepastoreo, minería y turismo intensivo.

Un grupo de investigadores de Chile y Norteamérica comenzamos el estudio del chorlito cordillerano hace seis años atrás en el Valle del Río Yeso (-33,64°S, -69,93°O), continuando gracias a la ayuda de numerosos voluntarios de Chile y el extranjero, de los propietarios del Parque Valle del Yeso y el aporte de fondos otorgados por organismos internacionales.

El proyecto enfocó en describir aspectos de la biología poblacional y reproductiva de la especie en el Valle del Yeso, como base para el diseño de propuestas de manejo para la conservación local. Durante 6 temporadas reproductivas, entre 2010-2016, marcamos individualmente a 44 adultos y a 80 polluelos o juveniles con combinaciones únicas de anillos de colores y un anillo de metal alfanumérico. Además, recopilamos datos de 104 nidos registrando las etapas reproductivas y conductas generales. Para complementar el estudio, se agregó información de observaciones de eBird que no habían sido detectados en nuestras campañas en terreno.

En otro aspecto, el proyecto buscó integrar a los administradores, los visitantes, los arrieros y a la población local, mediante encuestas de conocimiento y valoración de la especie y su hábitat, la entrega de trípticos de información y sensibilización y actividades de educación ambiental con los niños de la escuela de San Gabriel.

Resultados

Gracias a este proyecto logramos describir diversos aspectos de la biología del Chorlito cordillerano, como uso del hábitat, cronología reproductiva, abundancia, densidad, sobrevivencia, y productividad anual. Además, la identificación de las principales amenazas, junto a los resultados de las encuestas, nos permitió elaborar lineamientos de manejo.

En términos generales, nuestro estudio sugiere que la tendencia de la población local es estable, y probablemente su tamaño sea regulado por la limitada disponibilidad de manantiales y humedales salobres, de los cuales la especie depende directamente. Las principales amenazas que afectan a la especie incluyen: vehículos motorizados que transitan sobre su hábitat, sobrepastoreo, mascotas, contaminación, turismo sin regulación y alteraciones en el curso natural del agua.

Como un primer aporte a la conservación de la especie, se elaboraron trípticos con información sobre la especie, su hábitat y de cómo ayudar a su cuidado en el lugar. Estos fueron entregados a los visitantes del Parque Valle del Yeso, a la Municipalidad de San José de Maipo y a la Escuela de San Gabriel. En la escuela también se realizó una charla educativa y se programó una exposición de arte y una salida terreno con los niños. Además, se realizaron diversas charlas y salidas a terreno con amigos de la ROC y una presentación para la Conferencia de The Rufford Foundation 2015.

Organizaciones colaboradoras

Este proyecto contó con el financiamiento de Manomet Center for Conservation Sciences y The Rufford Foundation.

 


 

 

EQUIPO


Coordinadores: Fernando Díaz, Andrea Contreras y Andrea Minoletti

Colaboradores: Jim Johnson, Anir Muñoz, Telly Gacitúa, Sol Seborga, Sandra Figueroa, Paulina Arce, Maximiliano Daigre y cerca de 50 voluntarios más.

DOCUMENTOS


GALERÍA


 

 

 

 

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