Con gran participación se desarrollaron las charlas abiertas y talleres de bioacústica ROC – Cornell Lab

Organiza: Programa de Educación para la Conservación ROC.

Interesantes actividades de bioacústica fueron compartidas por socias/os y amigos de la ROC durante el mes de mayo en las regiones de Valparaíso, Los Lagos y Metropolitana.

Durante el mes de mayo, la ROC fue la anfitriona de una delegación del Cornell Lab of Ornithology, uno de los principales centros de investigación enfocados en la biología de las aves, así como en conservación, educación y ciencia ciudadana. El objeto de su visita fue conocer en terreno las distintas líneas de acción que la ROC despliega en favor de la conservación de las aves de Chile, además de potenciar la ya profunda colaboración entre ambas instituciones.

Por otra parte, en el marco de esta visita se desarrollaron múltiples actividades orientadas a promover la grabación de las vocalizaciones producidas por las aves chilenas, cuyo registro resulta escaso en la mayoría de sus especies. Con este fin, el Programa de Educación para la Conservación de la ROC organizó actividades en distintas regiones del país, en las que tanto aficionados(as) a la observación de aves como pajareros(as) con más experiencia pudieron conocer más sobre los principios y técnicas de la bioacústica, en el marco de las plataformas de ciencia ciudadana desarrolladas por el Cornell Lab y administradas en Chile por la ROC.

El recorrido comenzó con una charla abierta sobre herramientas de Ciencia ciudadana y registros bioacústicos en la ciudad de Valparaíso. En dicho lugar, los socios ROC Ximena Carramiñana y Claudio Francia abrieron su extraordinario espacio de educación y arte, el Taller Parihuana, para albergar a una decena de pajareras y pajareros que participaron de la charla brindada por Jenna Curtis y Cullen Hanks, líderes de los programas eBird, Macaulay Library y Merlin del Cornell Lab. A su vez, Ivo Tejeda y Juan Salazar comentaron acerca de las distintas iniciativas de la ROC en las que la ciencia ciudadana ha sido una herramienta fundamental.

Esta charla viajera visitó posteriormente la ciudad de Santiago, en la que una numerosa concurrencia se congregó en la Sede Ejército de la Universidad Santo Tomás para participar de una nueva velada pajarera.

Luego de esto, el equipo emprendió rumbo hacia el sur, para desarrollar el primer “Taller de bioacústica y manejo de registros sonoros en eBird” en el Parque Katalapi, ubicado en Puerto Montt. En este lugar, los bosques patagónicos recibieron a una decena de participantes, quienes pudieron realizar registros bioacústicos in situ, gracias a clases teóricas brindadas por Cullen Hanks y Heraldo Norambuena, además de una jornada de grabación en terreno, utilizando equipos provistos por el Cornell Lab. Como resultado de esta jornada, se subieron a la plataforma Macaulay Library grabaciones de especies tan llamativas como el Concón, el Chucao y el Colilarga.

De forma complementaria, la visita a Puerto Montt también contó con una charla abierta a la comunidad en la Universidad Santo Tomás, en la que además de las intervenciones de Jenna y Cullen, un grupo de socias y socios ROC locales, liderado por Nicole Arcaya (directora de la ROC), presentó un recuento de las actividades desarrolladas por este núcleo en la Región de Los Lagos.

Finalmente, el equipo se encaminó nuevamente hacia la región de Valparaíso, para desarrollar dos fechas del Taller de bioacústica en la Posada del Parque, parte del Humedal de Mantagua. Es necesario mencionar que fue tal el nivel de entusiasmo respecto de esta instancia, que se debió agregar una nueva fecha del taller para incluir a las personas que quedaron en lista de espera en la primera fecha. En estos talleres, las y los pajareros fueron partícipes de clases brindadas por Cullen Hanks, Heraldo Norambuena y Juan Salazar. Además, pudieron realizar grabaciones utilizando los mismos equipos, produciendo registros del Churrín del norte, el Pidén, la Golondrina chilena y la Paloma de alas blancas.

En total, se produjeron 33 nuevas grabaciones, varias de las cuales fueron publicadas por personas que recién comienzan en el mundo de la bioacústica.

Esperamos que estas actividades sean un potente estímulo para ampliar el registro bioacústico de nuestras aves.

Finalmente, queremos agradecer a quienes hicieron posible estas actividades: Gabriela Contreras, Ana María Vliegenthart y Samantha Sparks, Mónica Gastó y Claudia Vargas, y en particular, a Jay McGowan, cuyo apoyo a la distancia permitió contar con equipos de grabación.

¡Nos vemos en nuevas iniciativas sonoras!