Entre los meses de enero y febrero se desarrolló un programa de educadores y centinelas ambientales en sectores cercanos a las desembocaduras de los ríos Mataquito y Huenchullamí, comunas de Licantén y Curepto, región del Maule.
Junto al Programa de Soluciones Costeras y la Agrupación Defensa y Conservación Maule-Mataquito, se realizó una convocatoria a través de las redes sociales y página web de la ROC, dirigida a personas interesadas en la naturaleza, humedales y aves de la región del Maule que quisieran aportar a la conservación de ecosistemas costeros.
A esta convocatoria respondieron 12 personas, provenientes principalmente de las comunas de Curepto, Licantén, Hualañé, Constitución, Curicó y Talca. Ellas, fueron capacitadas con secciones de humedales costeros, aves playeras y habilidades comunicacionales con el objetivo de que pudieran transformarse en actores de difusión de la relevancia de estos ambientes como sitio de importancia para aves playeras y dar a conocer parte de las amenazas que afectan estos ambientes a través de materiales gráficos físicos y digitales, así como también denunciando malas prácticas e irregularidades.
Los educadores y centinelas ambientales desarrollaron un total de 22 sesiones en terreno, 11 en los sectores de La Trinchera – Huenchullamí y 11 en Mataquito – La Pesca- Rancura e Iloca, desde el fin de semana del 21 de enero de 2023 hasta el fin de semana del 25 de febrero del mismo año, más una jornada de inducción desarrollada el sábado 14 de enero en La Trinchera. De esta manera se completaron casi 300 horas de trabajo en terreno.
En dichas jornadas los y las monitoras y centinelas ambientales lograron entregar el mensaje a alrededor de 1100 personas, algunas accedieron a entregar parte de su información, la cual nos permitió entender mejor la composición de personas que visitan y utilizan los territorios entre Mataquito y Huenchullamí, logrando concluir en que la mayoría de los visitantes de este sector provienen de la región del Maule, principalmente de comunas como Curepto, Licantén y Hualañé aunque también con gran presencia de habitantes de Talca y Curicó. También se registraron visitantes de las regiones de O’Higgins, Metropolitana y Valparaíso, además de algunos visitantes extranjeros.
Durante las jornadas de educación ambiental centinelas y educadores recorrieron playas y dunas del borde costero de Mataquito – Huenchullamí, en donde fue frecuente observar vehículos motorizados como jeeps, motos y camionetas transitando por playas y dunas. Por ello, en varias ocasiones se realizaron algunos esfuerzos de protección a nidos.
Además, el turismo en temporada estival generó una presencia elevada de visitantes en los sitios, provocando múltiples amenazas como basura en las playas, mascotas sin correas e incluso vandalismo en infraestructura de señaléticas instaladas por el programa de educación ambiental.
Durante las jornadas se utilizó la herramienta de ciencia ciudadana eBird para estimular el acercamiento e información sobre aves, llevar conteos de monitoreo y seguimiento a nidos y polluelos que se encuentran en su época reproductiva y habitan las playas de Mataquito – Huenchullamí.
Dentro de lo destacado por los educadores y centinelas fue la buena recepción de las personas que accedieron a la información entregada, y una notoria empatía de niños y adultos, que al momento de ver fotos de nidos y polluelos en su entorno de playa, comprendieron el problema de los vehículos motorizados y el daño que provocan en la biodiversidad de aves playeras.
También, en el contexto de este programa, educadores y centinelas participaron del Censo Neotropical de Aves Acuáticas en su versión de verano para los sitios de Mataquito, Huenchullamí y Putú en el que los y las participantes pudieran interactuar con un nuevo espacio de acercamiento a las aves y adquirir conocimiento y aprendizaje en terreno.
Este programa de educación ambiental permitió dar continuidad a iniciativas anteriores ROC como la Red para la Protección de las Aves Playeras y Playas Sin Autos, por lo que se suma una nueva temporada de acciones de valoración y protección de estos importantes ecosistemas con acciones como las de los centinelas y educadores, instalación de señalética y apoyo a gobiernos locales para la conformación de instrumentos que propendan a la conservación de sitios de alto valor biológico como los humedales costeros y las aves playeras de Mataquito-Huenchullamí.
Esperamos que en un futuro podamos replicar programas tan valiosos y exitosos como este. Agradecemos enormemente el compromiso y la energía de cada una de las personas que fueron parte de esta iniciativa durante el verano.
Contenido relacionado
