Exitoso CNAA en la desembocadura del Río Aconcagua

Foto: Marcelo Donoso

Como ya es tradicional, cada verano se desarrollan los Censos Neotropicales de Aves Acuáticas en Sudamérica y Chile no es la excepción, buscando entender mejor las variaciones en las poblaciones de este grupo de aves a largo plazo. En este contexto, el pasado viernes nos trasladamos hasta la desembocadura del Río Aconcagua para continuar con este esquema de monitoreo que la ROC aplica en el lugar desde el año 2009.

Se trata de un humedal inmerso en la zona urbana e industrial de la comuna de Concón, que convive con numerosas amenazas como la presencia de basura, perros, actividades recreativas no reguladas, entre otras. A pesar de aquello el sitio presenta un registro histórico de alrededor de 140 especies de aves, por lo que siempre es interesante mantener los ojos y atención sobre este ecosistema, que además se reconoce de importancia en la Estrategia de Conservación de las Aves Playeras de la Ruta del Pacífico de las Américas.

La zona de micro dunas que se encuentra entre el humedal de la desembocadura del río y la playa alberga a una considerable cantidad de parejas de pilpilén común, que pese a las dificultades que se les presentan logran sacar adelante crías, siendo este uno de los pocos lugares con registros de reproducción y sobrevivencia exitosa en la zona central de Chile.

El día viernes 18 de febrero parte del equipo del Programa de Aves Acuáticas y Humedales de la ROC se reunió con socios locales de la organización como Marcelo Donoso, María Isabel Aldunce y Javiera Ríos, quien además es parte de la organización “Cuidando el Nido” y realiza monitoreo ambiental en el sitio en el marco de la Red para la Protección de las Aves Playeras y el proyecto “Playas Sin Autos”. También participaron Ariel Cabrera, miembro del equipo de Salidas de Iniciación de la ROC y Catalina Dinator, quien se encuentra realizando su práctica profesional en el parque La Isla.

En conjunto recorrimos la ribera poniente del humedal contando toda la abundancia y diversidad de aves presentes, con especial énfasis en las playeras y acuáticas, para luego separarnos brevemente con el objetivo de censar la zona de dunas en donde anidan y se refugian los pilpilenes. Posteriormente, cuando terminamos la zona poniente del humedal, nos trasladamos hasta los miradores ubicados en el Parque Ecológico La Isla para tener una visión más cercana de las bandadas, así como también de un brazo del cuerpo de agua que se extiende hacia el norte.

En el transcurso del recorrido logramos observar 41 especies distintas, entre las que se incluyen pajarillos, aves acuáticas y playeras. Los números más relevantes fueron dados por espectaculares aves migratorias que conformaban bandadas de alrededor de 1660 individuos de gaviota de Franklin, al menos 1000 playeros blancos y cerca de 400 rayadores. Además, nos encontramos con la -no tan habitual- presencia de un playero grande y tres zarapitos de pico recto, además de algunos individuos juveniles e inmaduros de pilpilén común. Puedes revisar los listados completos del censo en los siguientes enlaces: https://ebird.org/chile/checklist/S103302685https://ebird.org/chile/checklist/S103302810.

Para finalizar la actividad nos reunimos con Marcela Román, la nueva administradora del Parque Ecológico La Isla, con quien conversamos acerca del trabajo de la ROC en el lugar y la preocupación de nuestra organización y de socios locales sobre el estado de conservación del humedal, poniéndonos a disposición para apoyar iniciativas en el lugar, compartir la información de la que disponemos y avanzar hacia la protección efectiva de este fantástico humedal costero.

Esperamos que esta nueva etapa de administración en el parque y en el municipio de Concón logre concretar medidas que propendan al mejoramiento del estado de la desembocadura del río Aconcagua, con miras a la conservación de la biodiversidad, pero también considerándolo como un espacio de conexión y disfrute de la naturaleza para las vecinas y vecinos de la comuna.

Participantes CNAA desembocadura Río Aconcagua – Ariel Cabrera