El batitú (Bartramia longicauda) es un ave playera migratoria neártica, algo más pequeña que un queltehue común (Vanellus chilensis), que se reproduce en América del Norte, en lugares como Alaska y la zona de los “grandes lagos” en el límite entre Estados Unidos y Canadá. Luego de su reproducción se traslada hacia América del Sur para pasar el verano austral en países como Paraguay, Uruguay y Argentina.
Hasta hace pocos años, su presencia en Chile era un misterio y, de hecho, se la consideraba un ave errante debido a los escasos registros de la especie en territorio nacional. Sin embargo, debido a un aumento de las observaciones en el año 2014, concentrados entre los meses de marzo y abril, hicieron crecer las sospechas y la motivación de miembros de la ROC por resolver este enigma.
Es así como en el 2016 se lanza el Proyecto Batitú, convocando a observadores de aves de todo el país a estar atentos a la presencia de esta especie. Durante esa temporada, decenas de observadores de aves lograron registrar más de 100 ejemplares de batitú entre las regiones de Arica y Parinacota y Coquimbo, permitiendo confirmar la presencia habitual de esta ave playera en Chile.
Posteriormente, en 2019, Hill y colaboradores, a través de individuos equipados con dispositivos de transmisión satelital, también confirmaron que hay migración por parte de la especie a través de territorio nacional en su regreso a Norteamérica.
A pesar del gran avance en el conocimiento de la especie que significó confirmar su paso habitual por Chile aún hay numerosas preguntas que falta responder.
Considerando los registros alojados en eBird, y analizando los datos desde 2016 a la fecha, la tendencia de las observaciones se concentra entre los meses de marzo y abril, sin embargo, la mayor cantidad de registros se desarrolla durante abril. La única excepción a la “regla marzo-abril” es un registro de febrero de 2018 en que un individuo fue observado en la ciudad de Antofagasta.
Dicho esto, se hacen necesarios más registros para poder determinar con precisión las fechas en que esta especie vuela sobre nuestro país.
Los registros presentan una clara concentración en el norte de Chile. En ese contexto, los registros más australes corresponden a uno en la comuna de Santiago en la ciudad homónima y a un puñado de observaciones en la región de Coquimbo, particularmente en la ciudad de La Serena y sectores aledaños.
Luego, en dirección al norte hay concentración de registros en la localidad de Diego de Almagro en la región de Atacama. Asímismo, en Taltal se observa una cierta densidad de registros, los que sumados a las observaciones en las cercanías del volcán Llullaillaco, la ciudad de Antofagasta, la Península de Mejillones, el balneario de Hornitos, Calama entre otros, ponen a la región de Antofagasta como la zona de Chile con el mayor número de registros de batitú.
En la región de Tarapacá, en tanto, los registros se concentran en Iquique, Pozo Almonte y sectores cercanos a La Tirana, mientras que en Arica y Parinacota se ha registrado a la especie en los sectores de Pampa Chaca y en la propia ciudad de Arica.
¡Algo interesante sobre los registros de batitú en Chile es que se encuentran desde altitudes que superan los 4000 msnm hasta localidades costeras!
Para una especie tan desconocida en Chile como el batitú todos los registros cuentan, no obstante, hay algunos que llaman la atención más que otros.
Ya les hablábamos del registro mas austral, correspondiente a uno efectuado en la comuna de Santiago Centro. Lo particular no radica solo en el hecho de que fue registrado en medio de la ciudad más grande del país, ya que este ejemplar fue hallado al interior de un garage mecánico en un barrio ubicado entre las avenidas Manuel Antonio Matta y Vicuña Mackenna. Conoce más sobre este registro y el desenlace de esta historia aquí.
Algo más al norte, en la ciudad de La Serena, Freddy Olivares hace una interesante observación, indicando que justo antes de los silbidos de los batitú los queltehues “se volvían locos gritando y salían volando”. Revisa el registro aquí.
En la región de Antofagasta, y en el Salar de Quisquiro en particular se dio el registro a mayor altitud registrado hasta ahora en eBird, observándose un ejemplar a nada mas ni nada menos que 4189 metros de altitud. Conoce el registro aquí
En la misma región, pero en la capital regional se dio otro caso a lo menos llamativo. Se trata del registro de Luis Salazar, quien observó un batitú posado sobre el techo de una casa. Revisa las imágenes aquí
Desde que lanzamos el desafío en el 2020 han sido 19 los nuevos registros, sumándose, además, 13 nuevas localidades en las regiones de Coquimbo, Antofagasta, Tarapacá y Arica y Parinacota.
Entre los registros llamativos, resalta el efectuado por un equipo de la Fundación Gaviotín Chico, quienes observaron un total de 11 batitú al oriente de la ciudad de Mejillones constituyéndose como uno de los registros más numeroso hasta ahora en nuestro país (solo superado por el registro de Philippe Dandois, quien registró 30 individuos), ya que en general las observaciones corresponden a 1, 2 o 3 individuos.
Por otro lado, algunos de estos nuevos registros junto a los demás alojados en eBird sustentaron parte de los argumentos que se presentaron para clasificar al batitú por el Reglamento de Clasificación de Especies en la categoría Preocupación menor. Este hecho es particularmente importante ya que esto ayuda a que el batitú sea considerada una especie probable para la evaluación de proyectos eólicos y de tendido eléctrico.
A pesar de que la temporada de migración ya concluyó les dejamos invitados/as a participar de este desafío ¡construyamos juntos nuevo conocimiento entorno al batitú!
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