Comienzan jornadas de capacitación para fiscalización en borde costero

Foto: Tomás Altamirano

Es habitual que en playas humedales y dunas, sobre todo durante la época estival, observemos diversos tipos de vehículos transitando por estos ecosistemas a pesar de estar prohibido desde 1998, cuando entró en vigencia la Orden Ministerial Nº2 del Ministerio de Defensa.

Las consecuencias del tránsito de vehículos

Lamentablemente, la presencia de autos y motos en este tipo de ambientes no es inocuo, y provocan diversas afectaciones a nivel de ecosistema y también de individuos. Entre otros efectos, los vehículos en playas, dunas y humedales destruyen nidos, atropellan pichones y adultos, provocan estrés y gastos de energía innecesarios en las aves y otros animales presentes y merman el estado de conservación de sitios de nidificación y descanso. Esto, junto a otro tipo de amenazas como los perros, las actividades recreativas, el ganado y el desarrollo inmobiliario, han contribuido al empeoramiento del estado de las poblaciones de algunas especies.

En ese sentido, resaltan los casos de aves como el pilpilén común y el chorlo nevado, especies que en algunos sitios no han logrado reproducirse exitosamente durante varios años. Esta situación, de hecho, ha obligado su clasificación en las categorías de Casi Amenazada y Vulnerable, respectivamente, dando cuenta de que si su situación no cambia pronto, en pocos años podrían extinguirse.

Buscando la solución

Ante esto, el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) y la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante (DIRECTEMAR) con el objetivo de potenciar y mejorar la fiscalización en pos de la conservación de estos ecosistemas, desarrollarán capacitaciones online y jornadas prácticas en terreno para funcionarios del OS5 de Carabineros y de cinco Capitanías de Puerto del país, integrando a las Capitanías de Arica, Coquimbo, Los Vilos, Quintero y San Antonio. Estas se conforman como capacitaciones piloto, quedando sujeta a evaluación la pertinencia de aplicarse a otras unidades de Carabineros y Capitanías de Puerto del país.

El rol de la ROC

Dentro de estas capacitaciones, apoyadas por el GEF de Humedales Costeros y la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP), la ROC juega un rol fundamental, ya que es la organización encargada de entregar los contenidos de estas instrucciones. En ese contexto, el equipo del Programa de Aves Acuáticas y Humedales fue el encargado de la elaboración del programa de capacitación, el que incluye una introducción sobre qué son los humedales, su importancia, la biodiversidad que alberga y sus tendencias de desaparición, un repaso sobre la diversidad de aves que habitan estos ambientes, además de las amenazas que enfrentan estos ecosistemas y su biodiversidad.

Durante el miércoles recién pasado se llevó a cabo la primera de las cinco jornadas de capacitación previstas, la que estuvo centrada en la región de Arica y Parinacota, particularmente en la Capitanía de Puerto de Arica, que tiene bajo su jurisdicción un importante sitio como lo es la Desembocadura del Río Lluta. En esta instancia, participaron profesionales del MMA, de la RHRAP y diversos funcionarios de la mencionada capitanía de puerto, quienes oyeron con atención las presentaciones de Ivo Tejeda y Sharon Montecino, directivos de la ROC. Posteriormente, los asistentes tuvieron la oportunidad de dar a conocer sus opiniones, impresiones y experiencias en torno a la fiscalización en la desembocadura del río Lluta y playas aledañas.

¿Por qué es importante fiscalizar en estos ecosistemas? 

Playas, dunas y humedales costeros son hogar de cientos de especies, las cuales utilizan estos sitios para descansar, alimentarse o reproducirse y, además de la biodiversidad que podemos observar durante el año, estos ambientes son parte importante de la ruta migratoria de decenas de aves playeras, tanto neárticas como australes. Especies como el playero de Baird, el zarapito común y el pitotoy chico recorren enormes distancias desde sus sitios de reproducción en Norteamérica hasta Chile para alimentarse durante el invierno boreal, y necesitan de estos ambientes de manera crítica, sobre todo en los momentos en que preparan sus cuerpos para emprender sus migraciones de regreso al ártico. Las aves playeras australes como el chorlo chileno, por su parte, también necesitan de estos ecosistemas, ya que igualmente desarrollan considerables migraciones entre la zona centro-norte de Chile y el extremo austral del continente.