Las aves playeras son un grupo heterogéneo en formas y tamaños, sin embargo, tienen en común diversos rasgos físicos y conductuales.
Respecto a las características físicas las aves playeras suelen tener patas y dedos largos para desplazarse en ambientes lodosos, anegados o inundables, y picos alargados especializados para la búsqueda de alimento en los ambientes mencionados. Poseen plumajes crípticos que les permiten camuflarse en sus respectivos ambientes, lo cual es más notorio en pichones.
Este grupo de aves se desenvuelve en diversos ambientes como playas de arena, dunas, humedales costeros e interiores, pastizales, salares, vegas y grandes altitudes. Ocupan en su mayoría suelos lodosos, por lo que también se les conoce como aves limícolas (limus= limo o lodo). Muchas de sus especies son altamente migratorias, condición que las hace particularmente sensibles y vulnerables a perturbaciones antropogénicas y ambientales a lo largo de sus rutas migratorias.
Las aves playeras incluyen a los chorlos, becacinas, playeritos, pitotoyes, pilpilenes, perdicitas, pollitos de mar, zarapitos, avocetas, entre otros grupos, y pertenecen al orden Charadriiformes, estando emparentados con gaviotas, gaviotines y rayadores.
Una de las características más asombrosas de las aves playeras son sus kilométricas migraciones, las que en algunos casos, como en las aves playeras neárticas, las lleva a cruzar de un hemisferio a otro durante la temporada post reproductiva. Asimismo, algunas aves migratorias australes viajan cada año hasta el extremo sur del país para reproducirse, trasladándose posteriormente hacia la zona central de Chile para pasar el invierno.
El Zarapito de pico recto (Limosa haemastica) es un claro ejemplo de estas largas migraciones neárticas. En abril de este año se dio a conocer el caso de un individuo que recorrió exactamente 9.350 kilómetros en solo 6 días sin parar, desde Chiloé, región de Los Lagos, hasta Kansas, Estados Unidos. Pero este no es el único caso: con la mitad del tamaño que el protagonista anterior, el Playero ártico (Calidris canutus) se caracteriza por realizar migraciones de hasta 16.000 kilómetros entre Tierra del Fuego y el Ártico, donde llega para reproducirse.
Lamentablemente, las poblaciones de este grupo de aves han disminuido y, de hecho, son descritas como el segundo grupo con mayor declive poblacional, promediando en Estados Unidos entre 1970 y 2019 una baja de más de un 30%. Además, menos de la mitad de las poblaciones de la Ruta Migratoria del Pacífico son estables.
Esta crítica situación se debe a que las aves playeras son particularmente vulnerables a las perturbaciones tanto naturales como antropogénicas. La pérdida y degradación de hábitat, el tránsito de motos y vehículos sobre zonas de nidificación, actividades recreativas poco planificadas y la presencia de perros son algunos de los factores que amenazan las poblaciones de estas aves. Incluso, se han evidenciado episodios de extinción, como el caso del Zarapito boreal (Numenius borealis), especie que fue tan fuertemente cazada que se piensa extinta en la actualidad, ya que no se han registrado ejemplares vivos en más de 50 años.
La situación de las aves playeras en Chile no es distinta a la realidad mundial, ya que diversas especies que habitan nuestro territorio se enfrentan a amenazas que las han llevado a ser recientemente categorizadas, como el Pilpilén común (Haematopus palliatus), <Casi Amenazada>, el Chorlo nevado (Charadrius nivosus), <Vulnerable> y la Becacina pintada (Nycticryphes semicollaris), <En Peligro> . Uno de los principales problemas para estas especies se relaciona con su reproducción, en donde las actividades recreativas, presencia de perros y el tránsito de vehículos por playas y humedales afectan su éxito reproductivo.
Igualmente, existen otros casos de aves playeras que habitan nuestro país y que se encuentran con problemas de conservación. En esta línea, recientemente se oficializó el 15º Proceso de Clasificación de Especies llevado a cabo por el Ministerio del Medio Ambiente, en el cual se clasificaron algunas especies de este grupo de aves, como el Chorlito cordillerano (Phegornis mitchellii), <Casi Amenazada>, el Chorlo de Magallanes (Pluvianellus socialis), <En Peligro>, y el Chorlo de campo (Oreopholus ruficollis), clasificado como <Preocupación Menor> en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Aysén y Magallanes, mientras que estaría <Casi Amenazada> en las regiones entre Antofagasta y Los Lagos.
Entendiendo sus amenazas, es necesario indicar cuál es la importancia de conservar a las aves playeras. El deterioro de los ambientes que ocupan estas aves no es algo negativo únicamente para ellas, sino que también afecta a otros seres y a las personas. Estos ambientes nos entregan diversos servicios ecosistémicos: los humedales son esenciales para la filtración de agua y la protección contra inundaciones; los pastizales aportan a la absorción de carbono; la costa protege frente a tormentas y marejadas; y los ambientes estuarinos son lugares óptimos para la pesca. Adicionalmente, la sola experiencia de observar aves nos entrega beneficios emocionales, intelectuales y espirituales. Es por ello que, al conservar los ecosistemas que utilizan las aves playeras, no sólo ayudamos a que sus estados de conservación mejoren, sino que ayudamos a que nosotros mismos disfrutemos de ambientes sanos y sus beneficios.
De esta forma, el Día Mundial de las Aves Playeras, celebrado el 6 de septiembre de cada año, es una instancia en la cual se da a conocer las increíbles características de este grupo de aves, pero también su crítica situación, promoviendo así la investigación en torno a ellas y la importancia de generar iniciativas de conservación.
Es por lo anterior que se llevan a cabo distintas actividades para conmemorar este día. Una de éstas son los Conteos Globales de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP), los cuales se realizan cada año en fechas cercanas a este día, contribuyendo a aumentar los esfuerzos de monitoreos para este grupo de aves.
Si quieres aprender más sobre las aves playeras, te compartimos algunas publicaciones y material que puedes revisar:
Boletín El Playero: El Playero es un boletín creado en el marco de la Red Para la Protección de las Aves Playeras. En él se comunican novedades y datos en relación a este grupo de aves. Podrás conocer aspectos sobre la alimentación del Pilpilén y el Chorlo nevado, las migraciones del Chorlo chileno y el Chorlo de campo, entre otras. También podrás conocer más sobre las plumas y las funciones de las mudas en las aves playeras. Encuentra todos los números en la sección “documentos” de esta página.
Atlas de las Aves Playeras de Chile: Es un libro publicado el año 2017 que nace bajo la necesidad de ampliar la información sobre las aves playeras en Chile. Fue una iniciativa de ciencia ciudadana, la cual involucró la participación de cientos de voluntarios, organizaciones y científicos. Entrega estimaciones poblacionales para distintas especies y nos da a conocer sitios de importancia para este grupo de aves. Revisa la publicación completa y descárgala de manera gratuita aquí.
Estrategia de Conservación de las Aves Playeras de la Ruta del Pacífico de las Américas: Libro publicado el año 2017 identifica las principales amenazas a las que se enfrenta esta grupo de aves en nuestro continente y presenta estrategias y acciones de conservación para aves playeras a escala regional. Revisa la Estrategia completa aquí.
Web de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras: En este link podrás encontrar numerosos documentos y recursos que te ayudarán a obtener más información sobre la biología, la ecología, identificación, monitoreo e iniciativas de conservación de este grupo de aves.
Campaña #NuestrasManosSusAlas es el primer esfuerzo en Chile para reunir información sobre las múltiples amenazas que enfrentan las aves playeras en nuestras costas, con el fin de visibilizarlas e incidir en medidas para su protección. ¡Todas/os pueden colaborar! Conoce más sobre esta iniciativa y sobre cómo participar aquí.
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