Aves y aprendizaje en comunidad en Cerro Blanco

La salida de iniciación al Cerro Blanco fue todo un éxito. Un ameno y entusiasta grupo humano hizo de esta excursión urbana, una instancia de aprendizaje comunitario, en donde pudimos aprender de 20 especies de aves, las cuales nos maravillaron con sus conductas y cantos. Más detalles del listado de especies, lo puedes encontrar acá: https://ebird.org/chile/view/checklist/S57972446

Por lo demás, considerando la cosmovisión indígena que estructura el imaginario de este lugar, no podemos dejar de mencionar dentro de las más destacadas de esta salida, a las aves rapaces (importantes referentes en las culturas originarias), que hacen de Cerro Blanco su hábitat. En este sentido, Aldo Soto, nos da luces del vínculo que emocional que podemos establecer con estas aves y con la avifauna urbana en general.

“El sábado recién pasado, tuvimos junto a mi novia nuestra primera salida con la ROC. Estamos recién comenzando a adentrarnos en este mundo, íbamos con muchos deseos de aprender y hartas expectativas al respecto, las que fueron largamente superadas. Hace más de un mes que estábamos en busca de un Cernícalo y no habíamos tenido la suerte de verlo y finalmente, en ésta salida al Apu Wechuraba, logramos ver un bello macho posado sobre un poste, que luego de tirarse en picada al suelo, sin dar un solo aleteo volvía a subir y posarse en el poste siguiente, demostrando la destreza que caracteriza a los de su especie, halcones purasangre. Volvimos a verlo minutos más tarde, ésta vez en acción, correteando a un Peuco de su territorio, con vertiginosos ataques en picada, sin duda, este fue uno de los momentos más emocionantes de la jornada. Una vez que terminó la activad organizada por la ROC, fuera del cerro nos topamos con una amiga, vecina de ésta parte del Parque Metropolitano, nos preguntó que andábamos haciendo por ahí, le contamos y nos dijo “Buuu, pero en éste cerro casi no hay aves…”, no podía creer cuando le contamos que vimos 20 especies, desde los pequeños Cachuditos hasta rapaces como son el Cernícalo, Tiuque y Peuco. Me parece que este es uno de los objetivos que persigue la ROC, la “AVANGELIZACIÓN” de la mayor cantidad de personas posibles, para que logremos entender como sociedad, lo importante que son estos paraísos dentro de la ciudad e incluso la urbe misma como ecosistema en el que convivimos con distintas especies”.

Sin duda el testimonio y experiencia de Aldo, refleja de maravillosa manera los principios de las salidas de iniciación. Además en esta oportunidad, realizamos un profundo trabajo de reflexión en equipos, aprovechando la energía que entrega este cerro a las personas que entran en contacto con su paisaje. Al respecto Manuela Barrueto, nos entrega su testimonio y experiencia personal y colectiva:

“En mi ya segunda salida de iniciación junto a la ROC se nos invitó a reflexionar en grupo respecto a diversos fundamentos en torno a la observación de aves. Entre ellos se encontraba una cita a un destacado ornitólogo mexicano, Aldegundo Garza de León. El estudioso creía que la observación de aves podía ser una herramienta para mejorar la salud, y también un motor importante en el desarrollo personal y la empatía. Junto a mi grupo decidimos además que el pajareo, al inculcarte respeto por nuestros amigos voladores, te lleva a respetar más profundamente tu entorno, tanto su flora, fauna y también a otros seres humanos. Además, la observación de aves nos hace sentir que nunca estamos realmente solos, aunque no estemos con otros seres humanos, al reconocer y familiarizarte con las distintas especies de pájaros, también vamos tomando conciencia de que adonde vayamos siempre podemos contar con su compañía. De seguro espero seguir participando de las actividades de la ROC y sentir cada vez más las alegrías de pajarear”

Con este magnífico cierre, sólo queda invitarlos a nuestra próxima salida. Estén muy atentos(as).